Powered By Blogger

Archive for 2013

Las palabras


.


La incógnita de no saber si aquel poder que poseen las palabras, de liberarnos o amordazarnos, pertenecen a ellas tan solo por serlo, o bien, si las personas son quienes se lo otorgan.

Es ese proceso inconstante y en ocasiones extenuante, en donde  a través de un par de palabras bien conjugadas se busca liberar aquello que aqueja. El vehículo que representan y la capacidad que otorgan para poder ordenar ideas y plasmar sentimientos, más complejo aun, lograr expresar emociones.

Palabras purgadas, exteriorizadas… acompañan inevitablemente a momentos esa sensación de liberación, de cortar apegos y desprender mordazas. Tú, yo, nosotros… palabras dichas a medias, el silencio característico que muchas veces dice más que el mismo discurso…

Sigo intentando encontrar el modo de desarrollar la habilidad de poder verbalizar el sin fin emociones, recuerdos, ausencias y constantes fantasmas que vagan en mi cabeza, a veces me resulta… a veces, por eso continuo intentándolo...

¿Cómo se llega a ese estado en donde te sientes liviano, sin cadenas, sin apegos, sin mordazas? Algún día la devastación cesará, el exterminio de sensaciones se congelará y las emociones podrán fluir intensamente... algún día... espero. 




Explosión


.




Nunca como ser humano a pesar de todas las infinitas probabilidades del universo se está listo para enfrentar los cambios, sobre todo cuando son abruptos y devastadores. Mi mundo como lo conocía estallo, se destruyó, me destruyo. Sensaciones y emociones que afloran expandiéndose a través de mí, no me sentía de ese modo desde que ella murió y a pesar que nadie murió algo dentro de mí lo hizo.

Dicen que los cambios son buenos independiente de la forma en que provengan, pero hoy me cuesta verlo de ese modo, me dificulta pensar y creer que después del caos la vida se tornara amigable y llevadera.

Son esos estados en donde te sientes aturdido y desconcertado, te das cuenta como pequeñas y grandes acciones de otros interfieren en tu ser. No quiero que me digan que soy fuerte, tan solo porque está vez no me siento de ese modo, no quiero ser el pilar de nadie ni que dependan de mí, solo por esta deseo que alguien sea lo suficiente capaz de contenerme… aunque ese alguien no exista.

Preguntas y más preguntas dan vueltas sin parar en mi cabeza, confusión extrema que me deja sin fuerzas. No soy quien para juzgar, pero no se perdonar…

¿Cómo alguien puede reconstruirse después de algo así? ¿Cómo vuelves a restaurar los lazos de confianza, si es que en realidad se puede hacer? ¿Cómo se puede creer nuevamente en los otros?... No tengo respuestas para ninguna de las interrogantes.

Entre tanto pensar...


.



Vagar errante por lugares buscando desarmar aquella sensación, triturar los miedos y la causa perfecta de esa, tu excusa, buscando hallar la respuesta y es que a veces no existen tales respuestas, solo excusas continuas de una ajetreada, impávida y mutilante realidad.

Añorar aquello que no podemos poseer y nos rodeamos de ausencias que carcomen el alma a la cual encerramos en muros donde nadie que tenga armas suficientes pueda dañarla, y es que aunque pocas, yo poseo mis armas…



Pretender sostener nuestra esencia y convicciones sin que sean aturdidas por otros, juzgar desde el comienzo lo que no conocemos y creemos que de ese modo irrumpimos en el anhelo de alguien, pero es una mentira puesto que, nadie es imprescindible en la vida de otro porque todo es relativo; el aquí y el ahora, aun así nos apegamos insanamente a materias terrestres que asfixian y anulan, nos incomoda el cuerpo y todo lo que contiene. Nos quebranta la sensación de inseguridad que posee todo aquello nos rodea.

Esforzarse en forjar y encontrar algo nuevo que refresque y en lugar de eso volvemos a estrellarnos con esta repodrida realidad.