En tu vida tendrás muchos motivos para ser feliz, uno de ellos se llama agua, otro se llama viento, otro se llama sol y siempre llega como una recompensa luego de la lluvia.
- Sí, al borde del vacío comprendió lo más importante - maulló Zorbas.
- ¿Ah, sí? ¿Y qué es lo que comprendió? - preguntó el humano.
- Que sólo vuela el que se atreve a hacerlo - maulló Zorbas.
Entre momentos vividos que se basan en la imperfección y en esa extraña desazón que suele otorgar el tiempo voy desarmando reflejos que dejo la estela de su ausencia. Ecos que llegan de improviso de un tono gastado y algo carraspeado. Imágenes plasmadas en cada rincón de mis memorias, incontables recuerdos que se tiñen de dolor, un dolor del cual no rehuyó porque es la evidencia de su paso por esta/mi vida… me recuerda que fue real. Con el tiempo se trasforma y camufla en la expresión reiterada de mis palabras, a veces calculadas y establecidas en un repetitivo discurso. Desataste un caos que ha sido difícil de doblegar, inconstante, extenuante.
Esa insistencia de generar presencias para así caer en no presencias. Desligarse.
Te utilizo porque así lo decidí,
Dejo que creas que guardo algún sentimiento por ti
Nuestro futuro se resume a lo vago de encuentros causales.
No sabría decir quién de los dos es más imbécil, si tú por victimizarte para camuflar tu ego o yo por soportarte y no buscar algo mejor en que gastar mi tiempo.
¿Sabrás que este es tu lugar una vez que entres en mi cama?
Nos perdemos la mayor parte del tiempo y por un ínfimo instante tocamos el borde del paraíso, pero preferimos quedarnos atrapados en el abismo. Nos preocupamos del ayer y el mañana olvidando que lo único que poseemos es el hoy. Disfrazamos esta vida de eufemismos y nos dejamos caer en el sosiego, creyendo que de algún modo evitamos lo incierto.
