De grises y colores. Entre el eco nauseabundo de memorias
deambula, inocua, incolora. Se destiñe al compás de pasos bajo las sombras de
la noche deseando poder refugiarse en la inocencia genuina de una niña
reprimida. Rodeando la violencia que exprimen las palabras destiladas, engaño
prematuro de promesas rotas. Esa urgencia solo anida devastación. Inexpresión casi
muda, constante, irreal. Aparece el alba y tan solo se amordaza. No queda más opción
que mutilar la realidad.
Que fuerte y hermoso a la vez...