Intangible al
contacto más directo
Desconocido para
mi señuelo,
Confieso que
te busco en la soledad de las noches,
En mis
delirios e inquietudes
En mi
desequilibrio y en lo vago de nuestros encuentros.
Vomita en mi
cara
Su ambivalencia
desatada entre sus palabras
Y en la
carencia, casi ausencia de sus acciones.
Aturde mis
sentidos y determina tu/mi distancia
Historias que
se escriben de noche
No dejan breves
espacios a la desgastada cordura.
Imploran prolongar,
Pero el sol
como un dictador siempre vuelve aparecer
Trayendo consigo
la devastación al deseo inconcluso.
Naufrago
expuesta, indecisa.
Y tú… no te
haces cómplice de mi reacción.
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